El Yoga: de dónde viene y qué dice la ciencia

Seguramente ya hayas practicado Yoga alguna vez. Sin embargo, ¿te has informado realmente de qué se trata esta práctica y cuáles serían sus beneficios?

@barbiux, instructura de yoga y kinesióloga, nos resumió los puntos más importantes de esta disciplina.

¡Revísalos a continuación!

Qué es y de dónde viene

  • La palabra Yoga proviene del sanscrito (lengua clásica de la India) y significa “juntar”.
  • Nació en India, como parte de la ciencia medicinal del Ayurveda,
  • Es una técnica fundamentalmente espiritual. A esto se debe que su significado (juntar), haga referencia a la unificación del espíritu (conciencia) con la divinidad.
  • En esta práctica se trabaja la mente, la meditación y el ejercicio físico para lograr sus fines. Es por esto que The National Center for complementary Alternative Medicine (Estados Unidos), ha clasificado esta disciplina como una medicina de cuerpo y mente.
  • La descripción de las posturas físicas del Yoga se encontraron en los Yoga Sutras, escritos alrededor del 3000 a.C. por Patanjali, maestro de sánscrito y fisiatra indio, conocido como el Padre del Yoga.
  • Los Yoga Sutras de Maharishi Patanjali son una recopilación de los distintos aspectos y pasos del Yoga los cuales en conjunto son llamados Ashtanga Yoga, ocho pasos del Yoga. Estos pasos serían de carácter moral, mental, espiritual y físicos a la vez. El estado más elevado, samadhi, se conseguiría mediante la práctica de posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación en conjunto.
  • Si bien, en un comienzo esta práctica se creó para alcanzar la unión con la divinidad, hoy en día se le atribuye valor en el ámbito de la salud como parte de la medicina holística  y se toma en cuenta, principalmente, el trabajo físico y respiratorio para alcanzar fines terapéuticos.
  • Se encuentran distintos tipos de Yoga, siendo la división predominante en occidente la del Hatha. Sin embargo, los distintos tipos de Yoga que derivan del Hatha Yoga coinciden en el trabajo físico de esta disciplina y están diseñados para elongar y tonificar la musculatura, y así mantener la flexibilidad de las articulaciones (Vinyasa, Ashtanga, Iyengar,etc)
  • Si bien son varios los “tipos” de yoga, todos se asemejan en que la persona debe permanecer en las distintas posturas profundizando la respiración y en estado de meditación.

Efectos positivos del yoga

  • En los textos ayurvédicos, la práctica de Yoga se recomienda para el tratamiento de distintas patologías tales como hipertensión, asma bronquial, ansiedad, neurosis, desordenes gastrointestinales, cefaleas, insomnio, obesidad y depresión. Para estos escritos, el mecanismo de acción del Yoga sería a través del sistema nervioso autonómico.
  • Mediante la práctica física de Yoga se ha logrado obtener los mismos resultados que los de un masaje de órganos internos y glándulas principalmente gracias a la acción de sus ejercicios de respiración, pranayama.
  • El efecto relajante del Yoga en el sistema respiratorio y, por ende, en el cardiovascular, se ha relacionado con una reducción de la estimulación nerviosa simpática. Mediante el pranayama (técnica de respiración) se reduciría la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea, junto con una elevación de la temperatura corporal.
  • Los cambios positivos se producirían luego de un año de práctica de Yoga, según un estudio realizado en niños.
  • Efectos similares se encontraron en un estudio sobre la respuesta autonómica en la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca mientras se sostenía la respiración en sus diferentes fases. Al practicar pranayama  (técnica de respiración) durante un mes, se vio que la presión sanguínea había bajado sus niveles, al igual que la frecuencia cardíaca. Por lo anterior, es que se ha concluido que pranayama modifica la respuesta del sistema nervioso central.
  • En una revisión científica, la estadounidense Tifanny Field, tomó en cuenta los efectos del Yoga en distintas patologías físicas y psicológicas, y consideró a esta disciplina como un auto masaje a partir del roce de las extremidades con el cuerpo y contra el piso. En su revisión, tomó en cuenta los efectos del Yoga en los síndromes dolorosos principalmente el dolor en la zona lumbar y sacra. Descubrió que éste fue disminuyendo en la medida que se practicaba Yoga: “un grupo de adultos con dolor en la zona lumbar seleccionados aleatoriamente para realizar yoga por 12 semanas, mientras que el otro grupo solo realizaba ejercicios terapéuticos. Al final de la investigación, el dolor se redujo y la función mecánica de la zona lumbar progresó significativamente en el grupo tratado mediante una rehabilitación basada en la técnica de Yoga, al mismo tiempo disminuyó la toma de fármacos en este grupo”, explica Field.
  • El Yoga, así como el masaje, estimularían receptores de presión bajo la piel los cuales mejorarían la actividad del sistema nervioso parasimpático reduciendo, al mismo tiempo, los niveles de cortisol. Los receptores de la piel serían estimulados por la presión entre el cuerpo con las extremidades o el cuerpo contra el piso (durante la práctica del Yoga), generando una presión que cerraría la entrada del estímulo doloroso a nivel cerebral. Es así, como se debe pensar que estos cambios fisiológicos y biomecánicos son los que pueden ayudar a disminuir los índices de depresión,  dolor y problemas inmunes.
  • Por último, es importante mencionar que para la realización de esta práctica, un estudio sobre las prevenciones y la seguridad en la práctica de Hatha Yoga, asegura que este método no presenta efectos adversos significativos calificándose como una técnica segura para su práctica.

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